Reto Módulo 1
¡Buenas!
Para la realización de este reto he elegido la Opción A. Para ello, he elegido una noticia publicada el 19 de febrero de 2024 en el periódico La Vanguardia, cuyo enlace es https://www.lavanguardia.com/vida/20240219/9523003/muertes-infarto-nombre-mujer-padecen-doble-riesgo.html.
Soy sanitaria (farmacéutica) y como tal tengo vocación de servicio a la salud de las personas. He elegido esta noticia porque ya había leído sobre este tema en varias ocasiones, pero creo que sigue siendo bastante desconocido, con trágicas consecuencias. Espero a través de mi reflexión contribuir a la concienciación sobre el tema y al conocimiento sobre las diferencias existentes (que no se tienen en cuenta) en el diagnóstico de una misma afección entre hombres y mujeres.
La noticia trata sobre los infartos de miocardio. Las mujeres sufren el doble de riesgo de padecerlo (un 18% frente a un 9% en hombres). De hecho, la muerte por infarto es la primera causa de muerte en mujeres, mientras que en los hombres son los tumores. La Sociedad Española de Cardiología ha concluido que esto se puede deber a un retraso en la edad de aparición de esta afección respecto a los hombres (lo cual lleva asociada una mayor comorbilidad), así como a un retraso en la consulta de las mujeres al médico sobre sus síntomas. Pero, ¿por qué pasa esto? Se ha descubierto que la falta de un diagnóstico temprano en mujeres de los síntomas de un infarto se debe a la poca importancia que se da a los síntomas de los infartos en mujeres. Los síntomas son diferentes entre hombres y mujeres, y los que son mundialmente conocidos y tenidos en cuenta son los de los hombres. La mayoría de las mujeres no reconocen los síntomas, y piensan que tienen problemas digestivos, respiratorios o ansiedad.
Es decir, hay una grave falta de información y de protocolos en el ámbito sanitario, así como en la sociedad en general. Tanto en mujeres como en hombres, puede producirse un dolor fuerte en el pecho, irradiable por el brazo izquierdo, aunque se da con menor frecuencia en mujeres. A esto se suma que en mujeres, suele haber otros síntomas asociados que no aparecen en hombres, tales como dolor de mandíbula, quemazón en el cuello, acidez estomacal o aturdimiento.
Creo que la socialización diferencial de niños y niñas puede estar influyendo en este aspecto. Quizás exista el estereotipo de hombre fumador y obeso, con mayor probabilidad de infarto, y sus típicos síntomas. Por lo tanto, en la sociedad no se tiene mucho en cuenta que las mujeres también pueden padecer infartos.
Como estrategias que propongo para tratar esta desigualdad, en primer lugar estarían campañas de concienciación públicas sobre este tema, diferenciando y concretando los síntomas en mujeres de un infarto. En segundo lugar, la educación en los colegios, centrándose en las asignaturas de ciencias de la salud. Creo que es importante que desde estas primeras etapas se enseñe información sanitaria general, y se debería inculcar a los niños y niñas que como anatómicamente somos diferentes, biológicamente es normal que un sexo tenga enfermedades distintas, o que tenga las mismas enfermedades pero con variaciones, como es el caso. No es justo ni representativo que se tome a una porción de la población como referencia para todos los colectivos. Y por último, una mayor actualización y formación del personal sanitario de centros de salud y hospitales, para ser capaces de realizar un diagnóstico correcto y temprano, que permita la instauración de un tratamiento óptimo, disminuyendo de esta manera la mortalidad en las mujeres debido a esta afección.
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